(Luciana Araújo/Agência Patrícia Galvão, 05/06/2014) A ofensiva internacional contra os direitos das mulheres e as políticas que protejam os direitos sexuais e reprodutivos vem ganhando força nos últimos anos. Esse foi um dos destaques na 44ª Assembleia da Organização dos Estados Americanos, que teve início na última terça-feira e se encerra neste dia 5 em Assunção (Paraguai) sob o tema “Desenvolvimento com Inclusão Social”.
Acompanhando a cúpula como representante da Campanha por uma Convenção Interamericana de Direitos Sexuais e Direitos Reprodutivos e da Rede Feminista de Saúde, Rose Castilhos destaca que “a peleia com os fundamentalistas vem crescendo a cada ano em todos os espaços. E aqui na OEA não está sendo diferente”.
Por e-mail, Rose relata que, por intervenção do governo paraguaio, foi inserida na agenda do evento uma mesa “pró-vida e pró-família”, embora tenha havido forte polêmica sobre a realização de debates acerca dos direitos sexuais e reprodutivos. A programação original previa que essa pauta estivesse em discussão junto com a temática de gênero, direitos indígenas e outras, numa única mesa sobre direitos humanos.
Ao final da mesa “Mulheres e os Direitos Sexuais e Reprodutivos” foi aprovada uma carta, entregue a todos os representantes dos 33 países membros. O documento começa afirmando que “um desenvolvimento com inclusão social só será possível quando os Estados garantirem a eliminação das desigualdades estruturais que geram violência, morte e exclusão por razões étnico-raciais, situação econômica, qualquer tipo de incapacidade, idade, sexo, orientação sexual, identidade e expressão de gênero, ou qualquer outra condição”.
A carta reivindica o cumprimento do Plano de Ação do Cairo, da Plataforma de Ação de Beijing, da Convenção para a Eliminação de Todas as Formas de Discriminação contra a Mulher e vários outros tratados internacionais que comprometem os Estados Nacionais signatários com o enfrentamento às desigualdades de gênero.
A carta das mulheres reafirma ainda a obrigação dos Estados na garantia de direitos, responsabilidade que não deve ser sob nenhuma circunstância transferida ao setor privado ou empresarial. As organizações feministas cobram também dos governos o compromisso com a garantia do pleno exercício dos direitos econômicos, sociais e culturais; a promoção da igualdade salarial e da participação política das mulheres; a implementação de políticas públicas para erradicar a violência com motivação de gênero; o acesso a contraceptivos e ao aborto legal, seguro e gratuito, assim como o pleno exercício da maternidade desejada; políticas de informação e prevenção de doenças sexualmente transmissíveis e HIV/Aids; proteção aos direitos humanos e a seus defensores; e o reconhecimento do trabalho sexual como livre exercício profissional, sem intermediações nem cafetinagem, sem estigmatização das mulheres que decidem livremente trabalhar nesse ramo e garantia de marcos sociais e legais que permitam acabar com a discriminação e a violência provocadas pela ilegalidade a que estão expostas essas trabalhadoras.
Leia abaixo a íntegra da carta em espanhol.
Mesa de Mujeres y de los Derechos Sexuales y Derechos Reproductivos
Un desarrollo con inclusión social sólo será posible cuando los Estados garanticen la eliminación de las desigualdades estructurales que generan violencia, muerte y exclusión por razones étnico-raciales, condición económica, discapacidad, edad, sexo, orientación sexual, identidad y expresión de género, o cualquier otra condición.
El modelo de desarrollo para la inclusión social debe considerar la persona humana como su eje central, el carácter integral, interdependiente de los derechos humanos, la superación de todo tipo de discriminaciones, exclusiones y desigualdades, en un clima de gobernabilidad democrática y participación social, garantizando el pleno disfrute de derechos. En cumplimiento con el Plan de Acción de Cairo y la Plataforma de Acción de Beijing, la Convención para la eliminación de todas las formas de discriminación contra la Mujer y la Convención para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer, la Convención Interamericana contra toda forma de discriminación e intolerancia, la Convención Interamericana contra el Racismo, la Discriminación Racial y formas Conexas de Intolerancia y otros compromisos asumidos y ratificados por los Estados.
Las desigualdades estructurales provocan que los derechos humanos de muchas personas, especialmente de las mujeres, se sitúen en condiciones de mayor vulnerabilidad, e impide que decidan de manera autónoma sobre sus cuerpos y sus vidas.
En tal sentido, instamos a:
Garantizar la autonomía e independencia de la CIDH; fortalecer los órganos del SIDH.
Reafirmar que la obligación principal de garantía de derechos es de naturaleza específica de los Estados y bajo ninguna circunstancia se transmite al sector privado o empresarial.
Garantizar el ejercicio y goce pleno de los derechos económicos, sociales y culturales de las mujeres, asumiendo políticas, sociales y económicas que promuevan mayor acceso a la seguridad social e igualdad de salario y el derecho a la participación política de las mujeres.
Garantizar a las mujeres el derecho a una vida libre de violencia y la implementación de políticas públicas para erradicar la violencia sistemática incluida la violencia sexual contra las niñas y adolescentes, feminicidios/femicidios, crímenes de odio, desapariciones forzadas, ejecuciones extrajudiciales, la trata de mujeres; así como la aprobación de estrategias de salud integrales y diferenciadas para mujeres trans y lesbianas.
El acceso a la interrupción voluntaria del embarazo, segura y gratuita, así como al ejercicio pleno de una maternidad deseada, eliminando la criminalización de las mujeres por aborto.
Garantizar el acceso a información y a métodos anticonceptivos incluyendo la anticoncepción oral de emergencia, para todas las personas incluyendo aquellas con orientaciones sexuales e identidades de género diversas para prevención de ITS y VIH/SIDA como base de la planificación familiar y la salud sexual.
Promover prácticas democráticas que garanticen el respeto por los derechos humanos sin violencias institucionales ni criminalización a activistas y defensoras de derechos humanos e implementar medidas para prevenir, investigar y enjuiciar a los culpables, así como asegurar medidas de protección para salvaguardar su integridad.
El reconocimiento al trabajo sexual como libre ejercicio laboral sin intermediaciones ni proxenetismo, sin estigma hacia las mujeres que deciden libremente trabajar, garantizando un marco social y legal que permita terminar con la discriminación y la violencia que provoca la ilegalidad a la que son expuestas.
Exhortar a los Estados para que más allá de buenas voluntades asignen presupuestos y fortalezcan la institucionalidad que garantice los derechos de las mujeres.
Garantizar los derechos sexuales y derechos reproductivos poniendo en la agenda la aprobación de una resolución para una Convención Interamericana de derechos sexuales y derechos reproductivos.
Ratificarla Convención Interamericana contra toda forma de discriminación e intolerancia.
Ratificar la resolución que aprueba la Convención Interamericana contra el racismo, la discriminación racial y formas conexas de intolerancia.
Asunción, 3 de junio de 2014.